Canalizado por Eric M. La Cruz D., 07 de enero 2020
Un acto de amor es bendecido por El
Todo Lo Que Es, es su facultad de brindar transfiguración de cada actitud del
elemento humano, que exprese la bondad en el traslado de energías masificadas
de altas frecuencias de luz en bienestar del acto mismo, en bien del emisor que
va impartiendo lo más preciado que es el corazón humano, desprendiéndose como
obra maravillosa del creador en expansión, venerar la calidad de fuerzas para
que se plasmen en el progreso de la felicidad puesta en ampliación como misión
sublime en las prácticas de vida; ajustando a lo mínimo esta expresión se pone en el medio desenvuelto para que todos los vibrantes en frecuencias
similares al amor emitido se relacionen con estas energías, siendo duplicadas y puestas al servicio de más personas
en la justa medida para brindar mejores opciones de evaluación de la calidad
apreciada por claridad en el ambiente en que se expande la luz.
Sumándose a las energías puestas a disposición de los humanos, está la
apreciación de mostrarse con la transparencia del acto humano, brindándose la sinergia de sucesos efectuados por los hombres favoreciendo el desarrollo de las
personas, para que superen obstáculos que pueden llegar al medio disponible del
amor aplicado en su decisión limpia y reinante donde la brillantez se quede para ensanchar la frecuencia vibratoria debiendo
ser aprovechada por los humanos que sepan acudir a ella, como alimento beneficioso
con calidad asimilándola por ser compatible con aquellos que respondan con la energía
del amor, superando cualquier
inconveniente que sea repercutible por las seres humanos considerados como comunes,
quienes no entienden que la bondad es un
acto de amor con belleza asumida por quienes vibran en esta frecuencia de luz
del Amor Celestial que limpia la oscuridad.
La luz sobresale por sí misma en un lugar
del plano físico-territorial para que se observen en la refracción las ondas de
luz, visibles, sentidas o percibidas por aquellos que son asequibles al acto más puro que es el amor desinteresado solo
expresado en su pureza ilimitada con la
fuerza propia del corazón abierto o
sincero, en sanación constante de fallas que se pueden aproximar en la
acción decisiva de la vida humana, donde brilla la luz desplazando a la
oscuridad, asentándose el foco de frecuencias de altura, relacionadas con las que
se viven en las glorias constantes del infinito e imperecedero reino de los
cielos.
La
aplicación del amor incondicional es llevar a todo trabajador
de la luz o aquellos que pretendan serlo por naturaleza o por vocación, como
el ser que existe para cumplir con su
trabajo de amor en difusión, para que
la luz sea más esparcida en una amplitud de onda, rebasando a las de baja
intensidad, transformándose en brillantez formando el camino accesible para
que se incorporen más humanos en la celebración de la luz implantada con más fuerza en los primeros meses del año 2019,
percibida como la Corona Dorada que
cubre el planeta Tierra en el presente siglo, encaminándose en el reino de la luz puesta para siempre, en el fiel
cumplimiento de la ley del Padre Celestial, para que este mundo humano sea participe del amor perpetuo, aplicando la
unión de muchos encaminados a la 5ta. Dimensión con el trabajo de varios humanos que han puesto su mente y
corazón para ser representantes de la Luz Divina del Padre Celestial; así estamos caminando en este nuevo mundo con
mejores versiones en el despegue de energías de luz, las que ayudan a todos los
que habitan este planeta.
El sublime Yo Superior, acude en ayuda
del ascendido con plena conciencia, con el despliegue de energías que
son el alimento para el alma, brillando la luz con las frecuencias de la 5ta. Dimensión,
esta es la fortuna de aquellos que han caminado por varias vidas puestas al
servicio de la luz, llegando a su actual vida presente, siendo conscientes en plenitud
que han acogido a la luz en sus existencias para allanar el camino de otras almas posadas en cuerpos humanos, que están naciendo para cumplir con su rol en la difusión de la luz, donde es necesario
alumbrar en toda su magnificencia la luminosidad como destino de toda alma que viene
a este planeta, debiendo vibrar en frecuencias
altas, aquellos que no lo hagan idénticamente
no lograrán reencarnarse, tendrán que dirigirse a otros lugares donde su propia
vibración los pueda acomodar, comenzando
y repitiendo nuevamente el largo camino para poder ascender otra vez hacia la luz.
Llegado
desde Mi Yo Superior Divino.
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