Canalizado por Eric M. La Cruz D., 13 de noviembre 2019
El progresivo aumento de los sucesos verdaderos
ha traído que se extienda el desconocimiento de los valores fundamentales del
comportamiento humano.
Ustedes creen que por obtener resultados inmediatos y positivos
es necesario resaltarlos como tales, les
decimos que solo obra el buen corazón;
indicamos que solo es una parte del Triunvirato necesario en el logro de fines
óptimos basados en el triunfo de objetivos personales inconclusos, los que
derivan en soluciones no perfectas, faltando
percibir la intención del buen corazón humano.
Somos asiduos al cambio inesperado, cuando
se presenta el momento de tomar decisiones en el manejo de vuestros asuntos,
los que se relacionan con el buen trato en el trabajo diario de los sucesos en vuestra
pasajera vida en este presente, estando de acuerdo de manera pre-existente con
el compromiso de vosotros en el camino experimental de su existencia, para resaltar
lo mejor de ustedes en los diferentes sucesos como efecto de sus decretos, lo
que en gran parte es la toma de decisiones no puestas en
conjunto con el amor ilimitado para poder crear emociones
bondadosas, que estén a la altura de las buenas manifestaciones del amor ilimitado, en consulta continua con su propio Yo para ser mejores personas,
poniendo la bondad en disposición incesante para vivir de esta manera, con el
acertijo de poseer actitudes apropiadas con intenciones de un ser un benefactor
de sus propias conclusiones, en progreso como
un ser que expande energías del amor para ser la luz en el corazón de los demás
personas que se iluminan cuando reciben el brillo duplicado en expansión
continua, siendo repetitiva de acuerdo como se mantenga la debida dispersión; insistimos que deben estar decididos con
la fuerza de la fe y voluntad puesta
a toda prueba, depende solo de vosotros el buen ejercicio de sus decisiones creadas, para que el conjunto humano crezca en
el bien de muchos y no de uno solo.
El solo hecho de ser parte de los
llegados que conforman las filas de la luz, no es suficiente con la
intención, es necesario ser guía de
la buena fe en el ámbito de sus
interacciones humanas, para establecer
la limpieza, la pulcritud de sus acciones propiamente dichas en todas sus
deliberaciones mentales, puestas en la práctica para sus propias actitudes decididas
de su vida experimental, en el curso de acumular más conocimiento, más
sabiduría en su historia personal, las que son puestas en su archivo individual,
sirviendo de base en otras circunstancias que se puedan presentar obteniendo
ideas afines para tales acciones que ustedes ponen en práctica diariamente..
Más
clara la idea, en decidir sus creaciones con los pensamientos puestos en acción
diariamente encontrándose indicados para razonar claramente con el buen
corazón, en sus respectivas actividades que relacionen ustedes con otros seres
humanos que en global son uno solo; formándose contrastes en el traje personal que tiene cada uno,
observándose diferencias en el buen sentir con la luz de sus cuerpos, creándose
la desigualdad entre la luz y la oscuridad.
Sean rostros alegres, tranquilos,
llenos de amor, expresando siempre el optimismo, el valor, la necesidad de
superar los inconvenientes que suceden a cada momento en su realidad; este es
el reflejo de su interior, debiendo ser exteriorizado para que otros
observen que si es posible el cambio mejorado, de ser plomizo u oscuro a otra
diferente con la luz, conteniendo dentro de sí las energías de la brillantez, como el fruto de reaccionar cuando
están mejor acompañados con emociones que ayuden a la buena disposición del
hombre, que brinda asistencia con su manera de ser, como ente de bien y el amor
sirviendo de base para una mejor explicativa del funcionamiento del corazón
humano; en irradiación continua del amor hermanado acompañándose con las
mejores emociones que les permitan
manifestarse como personas que forman parte de aquellos que laboran por el bienestar de muchos, mejorando el
contorno en su desplazamiento, emitiendo amor ilimitado para la sapiencia de
todos los que perciben la luz en sanación de sus propias existencias, superando
sus propios problemas personales.
Tengan
a bien planificar su vida diaria, con la autenticidad de la bondad en su trato
con sus semejantes, abriendo puertas de buenas respuestas en mejor relación
entre los trabajadores de la luz y las demás personas, que viven en su propio
mundo particular imbuidos en sus inconvenientes personales como único regulador
de su existencia humana, quienes desconocen o han olvidado el sentido
beneficioso que trae la vida espiritual, en el desarrollo del humano que se
desplaza como parte de su existencia diaria.
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